Consideraciones iniciales.
Diplomacy es un juego asimétrico, en el sentido de que todos los jugadores parten de una posición inicial diferente y desequilibrada, además sus opciones de victoria final se ven condicionadas por la nación que le ha correspondido jugar. Para colmo, la estrategia a seguir suele ser radicalmente opuesta en función de la potencia que corresponda jugar.
Generalmente las potencias peor consideradas por los jugadores de Diplomacy son Austria e Italia, si bien por diversos motivos.
Austria parte de una situación de extrema vulnerabilidad, rodeada por posibles enemigos, más que ninguna otra potencia, ahora bien, si logra sobrevivir y prosperar, esa debilidad inicial puede convertirse en fortelaza en una fase posterior del juego, en virtud de las muchas bases cercana (neutrales o de otras naciones) que pueden posibilitar el crecimiento austríaco.
Italia tiene menos dificultades para sobrevivir, es relativamente fácil de defender, puede convertirse en dominadora del Mediterraneo y en un aliado valioso y digno de ser bien tratado por sus vecinos, no obstante, sus posibilidades de expansión son muy limitadas y esto conlleva la debilidad a largo plazo.
En el extremo opuesto están Inglaterra, Turquía y Francia. Quizá sean las mejores naciones del juego, aunque dependen de la diplomacia y de la estrategia como las demás para poder obtener una victoria.
De estas tres, Francia creo que es la de una fortaleza más engañosa. Si bien en los compases iniciales del juego puede expansionarse con facilidad y ser una potencia a tener en cuenta durante toda la partida, parte en situación de desventaja en una guerra oceánica con Inglaterra, en una continental con Alemania y en una lucha por el Mediterraneo con Italia lo cual hace que su aparente superioridad sea más teórica que real.
Inglaterra es muy divertida de jugar. Es la potencia más resguardada de posibles ataques enemigos, tiene posibilidades de expansión relativamente buenas y al menos tiene garantizada la superioridad acuática. Su debilidad llega a la hora de abandonar las costas, requisito imprescindible para ganar el juego, pero pese a ello, creo que las ventajas compensan esta circunstancia con creces.
Turquía está considerada por muchos jugadores como la mejor nación del juego. Con pocos enemigos, fuerte en tierra y en mar, con buenas posibilidades de expansión a corto plazo y posiblemente a largo plazo también. Sin embargo esto puede jugar en su contra ya que suele ser mirada con recelo y miedo por los otros jugadores.
En la zona media, quedan Rusia y Alemania.
Rusia es otra de esas naciones de fortaleza más aparente que real, sus cuatro unidades iniciales son una indudable ventaja, así como sus posibilidades de expansión a corto plazo, pero pese a su posición en una esquina del tablero, al igual que Austria también se encuentra rodeada de enemigos peligrosos, Turquía, Alemania, la propia Austria e incluso Inglaterra podría entrar en conflicto con el Zar.
Alemania es una nación que compensa sus virtudes y defectos. Su posición inicial no es de las mejores, tampoco de las peores. Puede expandirse relativamente bien a corto plazo, tiene enemigos poderosos, aunque no tantos como otras naciones del juego. Quizá sea la nación cuya suerte puede decantarse más en los primeros movimientos, pudiendo convertirse en uno o dos años en un poderoso rival para cualquiera de sus vecinos, o en una potencia cercada y acosada con pocas posibilidades de salir adelante.
Evidentemente cada partida es un mundo y nadie tiene asegurada ni la victoria ni la derrota, pero creo que merece la pena comentar algunos de los tópicos más característicos de este juego.
1 Comments:
Genial.
Estos post de consideraciones, estrategias, etc. me pueden servir muchisimo para ir recordando mejor el funcionamiento del juego...que demonios, a aprender a jugar de nuevo.
Esta misma mañana me estaba leyendo las reglas y pensaba ¿De verdad he jugado yo a esto?XDDD
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